La actividad reunió a cerca de mil personas en una jornada que combinó educación, arte, ciencia y naturalismo.
El pasado sábado 28 de junio, el emblemático Faro Monumental de La Serena se transformó en un punto de encuentro ciudadano para celebrar la Feria por las Aves Playeras de la Bahía de Coquimbo, una jornada gratuita, abierta a toda la comunidad y centrada en la puesta en valor de la biodiversidad costera de la conurbación Coquimbo-La Serena.
Organizada por la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC), en colaboración con la Ilustre Municipalidad de La Serena, el centro científico CEAZA y caminantes La Serena, la feria ofreció una programación diversa de actividades, incluyendo talleres, charlas educativas, visitas guiadas de observación de aves y una feria con stands informativos y emprendedores locales.
De acuerdo con Geraldine Holtmann, Gestora Territorial ROC en la Región de Coquimbo “esta actividad se enmarcó en el trabajo educativo y territorial que realizamos en el Sitio RHRAP Bahía de Coquimbo, declarado en 2024 como un sitio de importancia regional de la Red hemisférica. Este espacio de más de 200 hectáreas alberga hábitats de playa, dunas y humedales costeros, que sustentan más del 1 % de la población biogeográfica del pilpilén común (Haematopus palliatus), con registros de hasta 880 individuos en invierno (censo invierno 2025), además de otras especies de aves playeras, incluyendo migratorias neárticas y australes”, afirma. Por lo que de esta manera, la feria buscó traducir ese valor científico y ecológico en experiencias colectivas que conectaron a la comunidad con el cuidado real de estos frágiles ecosistemas.
“Como municipio valoramos profundamente esta feria, porque nos permite acercar a la comunidad al patrimonio natural que tenemos en nuestra costa. Esta actividad demuestra que cuando unimos ciencia, educación y participación ciudadana, generamos conciencia real sobre el cuidado de nuestros ecosistemas y eso es clave para proyectar una La Serena más sustentable y conectada con su entorno”, indicó la alcaldesa Daniela Norambuena Borgheresi.
Durante la jornada, más de 1.000 personas visitaron la feria, mientras que al menos 200 asistentes participaron en los talleres y caminatas guiadas a sectores como a Punta Teatinos guiada por Pedro Valencia de Caminantes La Serena, el río Elqui, guiadas por Diego Herrera del Dpto. de Turismo de la Municipalidad de La Serena y visitas a las dunas de Serena Golf.
Además, la programación contempló actividades para públicos de todas las edades, incluyendo el taller “Volando con las aves playeras”, dirigido a niños y niñas por Romina Velásquez y Pamela Valdivia de Peuquitas, así como otros talleres para todas las edades; “Diario de observación naturalista”, guiado por Sol Pacheco; “Pluma Solar – Taller de Cianotipia” a cargo de Piedad Aguirre, “Estampando Alas – Taller de Serigrafía” por María General y Manuel Soto; y “Saberes del Humedal – Taller de cestería de totora, facilitado por la Huerta Comunitaria Brotando la Memoria de Guayacán. A ello se sumó la presentación del libro “Aves Migratorias de la región de Coquimbo”, realizada por sus autores Camila Guamán y Bastián Tello.
La feria también contó con la participación de destacadas organizaciones locales como CEAZA, ONG Elqui Verde, Acción Humedal, Peuquitas, Agrupación Conciencia Ecológica, Tropa Yastay, entre otras, además de emprendedores y colectivos creativos del territorio como Bosque Marino, Pajarita Manos de Artesana, Harto Arte Proyectos, Huerta Comunitaria Brotando la Memoria de Guayacán, Soy de Lanita, Editorial La Guillotina, Ashpai La Serena, LaGranca, a quienes agradecemos profundamente su participación y compromiso en esta actividad.
Desde la ROC destacamos la estrecha colaboración con el CEAZA y el Departamento de Turismo de la Municipalidad de La Serena, quienes facilitaron la articulación institucional, logística y apoyo técnico para el desarrollo de la jornada. La energía y disposición de todas las personas fue clave para que esta feria llegara a tantas personas y tuviera el carácter abierto, participativo y comunitario que la caracterizó.
Esta gran convocatoria y el espíritu colaborativo que marcaron la jornada refuerzan la necesidad de generar más espacios como este en el territorio. Se espera que instancias como la Feria por las Aves Playeras puedan replicarse a futuro, ya que el cuidado de los humedales costeros y de las aves que los habitan no solo es una urgencia ecológica, sino también una oportunidad para fortalecer la identidad territorial y el vínculo activo entre las comunidades y los ecosistemas que las sostienen.