Las aves playeras se definieron como un sub-objeto de conservación en la Estrategia Nacional de Conservación de Aves (ENCA) debido a su alta vulnerabilidad. En Chile, al menos 23 especies neárticas se registran anualmente, de las cuales al menos 7 han mostrado una disminución de población superior al 70% desde 1980. Estas aves enfrentan amenazas por la pérdida y degradación de sus hábitats críticos, incluyendo áreas de reproducción, post reproductiva y descanso. Las características que las hacen particularmente vulnerables incluyen su baja frecuencia de reproducción, su condición gregaria durante la migración y los elevados requerimientos energéticos asociados a sus desplazamientos migratorios.