El pasado domingo 2 de noviembre, cerca de 20 personas participaron en una salida de observación de aves organizada por el Núcleo Regional ROC Atacama en el Parque Nacional Llanos de Challe, en pleno esplendor del desierto florido.
Durante la jornada, el grupo recorrió el Sendero Centenario junto a Camila Díaz, socia ROC y guardaparques de CONAF, quien guio la caminata compartiendo valiosa información sobre la biodiversidad del parque, su historia y diversos aspectos de la historia natural y el contexto ecológico del lugar.

Entre las especies registradas observaron aves como el yal, platero, diuca, meros y la tortolita cordillerana. Durante la caminata, los y las participantes pudieron aprender a reconocer sus marcas de campo -como coloraciones, formas y comportamientos- y también utilizar sus cantos como herramienta de identificación.

Cabe destacar que el yal y el platero no son habituales en el área cuando no hay desierto florido, pero durante este fenómeno se vuelven mucho más abundantes gracias al aumento de recursos. Asimismo, la tortolita cordillerana desciende desde zonas más altas para aprovechar los recursos que ofrece el desierto florido. También se avistó el tapaculo, una de las especies endémicas de Chile que se puede encontrar en la región, observación que generó especial entusiasmo entre los asistentes.
Además de las aves, los y las participantes pudieron disfrutar de la presencia de numerosas especies florales características del fenómeno del desierto florido, tales como la pata de guanaco, amancay, malvilla, lirios de campo, añañucas, entre muchas otras. También observaron reptiles e insectos, que complementaron una jornada marcada por la diversidad biológica y el aprendizaje colectivo.

El desierto florido cumple un rol fundamental en los ecosistemas del norte de Chile, ya que durante este fenómeno -favorecido por condiciones climáticas excepcionales- se produce un notable aumento de recursos como néctar, semillas e insectos, lo que beneficia directamente a las aves y otros organismos. En esta época, muchas especies encuentran condiciones ideales para reproducirse, haciendo de este evento un momento clave para la dinámica ecológica y la observación de fauna en la zona.

La jornada se desarrolló en un ambiente de camaradería y curiosidad naturalista, destacando el interés de los participantes por conocer y valorar la avifauna, flora y patrimonio natural del desierto de Atacama. Siendo una experiencia valorada positivamente desde el carácter educativo y el ambiente cercano:
“Participar en la actividad de observación de aves fue una experiencia muy gratificante, ya que fue una jornada relajante y educativa en donde aprendí sobre las aves y cómo estas se adaptan a su entorno. Esto despertó aún más mi interés por la conservación de la fauna local. Espero que se sigan realizando estas actividades”, cuenta Macarena Aguilera, participante de la salida.
El Núcleo ROC Atacama agradece la entusiasta participación de quienes asistieron y la colaboración de CONAF, que hizo posible disfrutar de esta experiencia en un entorno natural privilegiado.
Finalmente, desde la ROC hacemos un llamado a cuidar y respetar el desierto florido, evitando el tránsito fuera de los senderos y recordando que este fenómeno, único en el mundo, depende del equilibrio y la conservación de sus frágiles ecosistemas.
