Desde el 17 hasta el 20 de julio, más de 300 personas fueron parte de las actividades de la primera versión del Festival Alado de Las Salinas de Huentelauquén, con la finalidad de destacar la importancia biológica del sitio para aves migratorias y residentes, la biodiversidad en general y su relación con la cultura local.
Con un variado programa de actividades, los habitantes de Huentelauquén -región de Coquimbo- y visitantes de diversas regiones del país tuvieron la oportunidad de conocer en profundidad la diversidad de ecosistemas que alberga la zona. Así como también, las distintas acciones de conservación y el resultado del trabajo comunitario que la ROC ha impulsado, acompañado y realizado por 15 años en alianza con actores locales e instituciones ligadas al quehacer científico, de gestión territorial y educativo.
Sin duda, niños, niñas y adolescentes fueron protagonistas del Festival Alado. Durante los 4 días de este gran evento, demostraron curiosidad e interés por conocer acerca de las aves que habitan en su territorio y la importancia de conservarlas y cuidarlas.
Dicho interés es el resultado del trabajo pedagógico esencial que han realizado educadores y educadoras de jardines, colegios y liceos de Huentelauquén y en la comuna de Canela en general. Decenas de escolares experimentaron la biodiversidad propia de las zonas semiáridas del país, siguiendo algunos principios como la diversidad en las formas de aprender, el trabajo colaborativo entre pares, la vinculación emocional con los paisajes y la pertenencia a algo mayor, como lo es el trabajo en red que se realiza en los humedales de las Américas. Incluso, estudiantes del valle del Choapa, específicamente de Salamanca, fueron parte de las actividades de extensión del festival.
Cileni Pastén, Juan Miguel Tapia y Manuel Soto, artistas visuales, fueron quienes dieron inicio al festival con jornadas de muralismo durante tres días, destinadas a estudiantes del Jardín Infantil las Ardillitas y la Escuela Juan Antonio Ríos, ambas de Huentelauquén Norte, con el objetivo de plasmar una serie de aves nativas locales, a modo de anclas entre las experiencias y saberes de los habitantes locales y lo que se ha aprendido del sitio a través de los distintos esquemas de monitoreo y actividades de ciencia colaborativa que se impulsan en la zona.
Uno de estos murales retrató al ave bandera de Las Salinas de Huentelauquén: el chorlo de campo y al zarapito de pico recto. Como una forma de plasmar la confluencia en Huentelauquén de dos rutas migratorias de alcance hemisférico; como lo es la ruta migratoria del Pacífico Sudamericano y la ruta Mid-Continental.
En paralelo durante la tarde, la Compañía de Teatro la Chinchilla Subversiva presentó “Tatul, el paraíso en la Tierra”, obra que relata la importancia de tomar conciencia acerca de la naturaleza y su cuidado y nos invita a reflexionar sobre nuestro modo de vida actual y relación con los demás seres que habitan la Tierra.
En el segundo día de actividades parte del equipo y voluntarios/as ROC; Juan Salazar, Lucas Quivira, César Piñones, Valentina Valdebenito, Bianca Guggiana y Eduardo Opazo, realizaron distintas visitas guiadas con escolares y párvulos al Sitio Ramsar Las Salinas de Huentelauquén, -específicamente a charcas estacionales y el mirador-, con el objetivo de identificar a aquellas aves que habitan en el sitio y conocer información sobre sus vocalizaciones, plumajes, alimentación, entre otras curiosidades. Algunas de las especies que pudieron observar fueron cisne coscoroba, pato real, queltehue, perdicita, bandurria, diuca, yal, platero, entre otras.
Tras dos días de encuentro con la comunidad escolar, el viernes 19 de julio se inauguró el Festival Alado de manera oficial con un acto que contó con una presentación de niños y niñas del Jardín las Ardillitas de Huentelauquén, la presencia de párvulos del Jardín Oasis de Niños de Los Pozos y una presentación musical a cargo del docente de música de la escuela Héctor Jorquera Valencia de Canela Baja, Rodrigo Lemus, junto a dos estudiantes que nos deleitaron con su talento. En esta oportunidad, también contamos con la participación de Ivo Tejeda, Director ejecutivo de la ROC, Maritza Castro, Directora del Jardín, David Muñoz, Consejero regional y César Piñones, educador y Director de la ROC.
Luego, nos trasladamos hasta la biblioteca de la localidad para el estreno del documental “Huentelauquén, Sutiles Presencias”. Trabajo audiovisual a cargo de César Jopia de Revista Bioma y la asesoría de la ROC, que retrata la diversidad de flora y fauna presente en la costa semiárida del país y que vecinos/as, estudiantes y visitantes pudieron disfrutar por primera vez.
En Paralelo al estreno del documental y la exhibición de la serie “Lucho Apa y el Suelo” –trabajo audiovisual de educación ambiental liderado por la Fundación Llampangui-, se realizó durante toda la tarde una feria de emprendedores y de instituciones ligadas a temáticas de conservación. Entre ellas, contamos con el patrimonio cultural inmaterial de Huentelauquén y las destacadas empanadas de la zona, mujeres artesanas de Mincha Norte y Sur, Amta Ananai, Capari Confecciones, Cerveza Puerto Oscuro, Creaciones Braghi, Rocío Manos Creativas, Delicias del Huaso Pescador, Kazan Gurumis, Orgánicas Emporio Regenerativo, Mermeladas Caseras Susy, entre otras.
En relación a las instituciones ligadas a temáticas de conservación, contamos con stands informativos sobre el quehacer de Fundación Llampangui, Fundación Cosmos, Programa de Conservación de Murciélagos de Chile, Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y la ROC.
Para finalizar la tercera jornada, Charlyn Ahumada, estudiante de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, expuso parte del trabajo investigativo que realizó durante la jornada del festival, junto a sus compañeras Florencia Gómez y Sofía Rocco. Dicha investigación buscó levantar información a modo diagnóstico sobre la relación existente entre la cultura y naturaleza en los habitantes de Huentelauquén, quienes resultaron considerar el humedal como un lugar sagrado, importante, y del que siguen aprendiendo día a día.
Además, contamos una charla sobre murciélagos a cargo del Programa de Conservación de Murciélagos de Chile, en la cual dieron a conocer el trabajo que realizan, así como también las distintas especies de murciélagos que habitan en Chile y la importancia de Las Salinas de Huentelauquén como Área de Importancia para la Conservación de los Murciélagos. Luego Juan Salazar, coordinador del programa de educación para la conservación de la ROC dictó una charla sobre las aves nocturnas, con entretenidos ejercicios para lograr identificarlas a través de la audición.
El sábado -último día del Festival Alado-, fue una jornada de pajareo intenso, en donde más de 30 personas participaron desde muy temprano en la “expedición ROC: en busca del chorlo de campo o pachurrón”, guiados por Gilda Valderrama, Oscar Mercado y Víctor Sarabia en los distintos ecosistemas que conforman el Sitio Ramsar, Las Salinas de Huentelauquén.
Durante esa misma jornada realizamos una “Salida de Iniciación ROC”, con el fin de aprender a identificar las principales especies que se encuentran en los ambientes costeros del semiárido y por supuesto, lograr observar al chorlo de campo.
En aquella salida, acompañada por los miembros y voluntarios/as de la ROC; Lucas Quivira, Bianca Guggiana, Eduardo Opazo, Bernardita Muñoz, Eduardo Quintanilla, César Piñones, Geraldine Holtmann y Carlos Silva, contamos con la participación de personas que recién se estaban incorporando al extraordinario mundo del pajareo, así como también observadores/as más experimentados/as. Todos y todas con gran entusiasmo, ganas de aprender en comunidad y compartir conocimientos. ¡Los elementos esenciales para el desarrollo del festival!
Tras ambas experiencias, nos reunimos con alrededor de 107 personas que participaron en las salidas de observación de aves para dar termino a la primera versión del Festival Alado y dejar capturada en una fotografía grupal esta maravillosa instancia en la cual la educación, ciencia, biodiversidad y el arte convergieron de la mejor manera.
Agradecemos enormemente a todos quienes formaron parte del Festival Alado, a nuestro voluntarios de logística Yenny Layana, Luz Véliz y los ya mencionados en su despliegue festivalero, junto al apoyo de la Municipalidad de Canela, en especial a sus oficinas de Medio Ambiente, Comunicaciones y Turismo. También a la Comunidad Agrícola de Huentelauquén, Radio Asunción de Canela Baja, Jardín Infantil Las Ardillitas y Escuela Juan Antonio Ríos, instituciones claves que nos acompañan y han sido las primeras anfitrionas de este festival. A socios y socias ROC que compartieron sus conocimientos con la comunidad y a la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, Manomet y US Forest Service. Sin ustedes no habría sido posible, ¡nos encontramos en la próxima versión!
Revisa la cápsula del festival acá: