Más de 2.100 registros de fauna atropellada en Chile: estudiantes de Salamanca investigan y visibilizan una amenaza creciente para la biodiversidad

Desde el laboratorio de ciencias del Colegio San Sebastián de Salamanca, en la Región de Coquimbo, tres alumnas abordan un problema tan cotidiano como invisibilizado: los atropellos de animales en las carreteras chilenas.

El atropello de fauna por parte del tráfico vehicular se ha convertido en una lacerante amenaza a la biodiversidad. Cada año, cientos de animales -desde zorros y culebras hasta aves y sapos- mueren o resultan heridos en las rutas del país, siendo incluso una problemática reconocida a nivel mundial que se se encuentra en el cuarto lugar dentro de las once principales amenazas globales para la biodiversidad (Salafsky et al., 2008).

De esta manera, las carreteras y el tráfico han afectado negativamente a las poblaciones de animales, principalmente reduciendo la cantidad y la calidad del hábitat, restringiendo el movimiento por el efecto barrera que generan las carreteras y que se ve acrecentado por el tráfico de vehículos, aumentando la mortalidad de individuos debido a las colisiones con vehículos. A pesar de esto, en Chile aún no existen políticas públicas ni legislación específica que aborde de forma integral este impacto.

En este escenario, el proyecto de ciencia ciudadana “Fauna impactada en las carreteras y caminos de Chile (FICCH)”, una iniciativa colaborativa alojada en la plataforma iNaturalist y apoyada por voluntarios y voluntarias de todo el país, organizaciones locales vinculadas a la biodiversidad nacional y la propia la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC), alcanzó un hito histórico de más de 2.100 registros de animales atropellados en el país.

Así, los datos generados por 270 observadores voluntarios/as de diversas regiones se han transformado en un repositorio clave para dimensionar el problema y orientar acciones de conservación, educación y planificación vial, en un escenario nacional de creciente aumento de los proyectos de infraestructura vial en distintas regiones del país. 

Ciencia escolar para un problemática nacional

En medio de este panorama, tres jóvenes del Colegio San Sebastián de Salamanca -en la Región de Coquimbo-, decidieron aportar desde la educación científica. Javiera Cortés Olivares, Isidora Torres Gallardo (ambas de cuarto medio) y Febe Orrego Freire, de tercero medio, desarrollaron el proyecto escolar “Caracterización de los registros de fauna atropellada reportados en iNaturalist-Chile”, bajo la guía del profesor César Piñones, Director de la ROC y la asesoría científica de Heraldo Norambuena, investigador del Centro Bahía Lomas de la Universidad Santo Tomás e investigador ROC. 

Alumnas exponiendo en la Feria de Ciencias CreaCiencia 2025 (La Serena)

Dicha investigación consistió en analizar los registros disponibles entre diciembre de 2010 y julio de 2025 en iNaturalist, con el objetivo de determinar la distribución de los registros de atropellos en los distintos grupos taxonómicos, describir las especies de vertebrados con mayor número de atropellos en Chile, comparar la distribución de los registros a lo largo del territorio nacional y analizar los alcances y limitaciones de los registros de atropellos.

Para ello, las estudiantes aprendieron a utilizar la plataforma y revisaron de forma sistemática los más de 2.000 registros disponibles, filtrándolos por año, grupo taxonómico y especie. Luego, organizaron los datos y complementaron el trabajo con literatura científica y estudios anteriores sobre ecología de carreteras, y discutieron sus hallazgos con investigadores especializados. Asimismo, realizaron una comparación sobre la situación chilena con otros países de Latinoamérica que poseen proyectos de ciencia ciudadana similares, para establecer criterios de análisis y contrastar hallazgos. 

“Queríamos conocer las cifras reales y las especies más afectadas. A medida que profundizamos en nuestro estudio, descubrimos que no existen leyes que protejan a la fauna frente a esta amenaza, y eso nos motivó aún más”, comenta Febe Orrego.

Tras analizar todos los registros recopilados en iNaturalist entre 2010 y 2025, las estudiantes llegaron a la conclusión de que las aves son el grupo más afectado (51%), seguidas por mamíferos (26%), reptiles (10%), anfibios (7%) e invertebrados (6%). Entre las especies con más reportes destacan la culebra de cola larga (Philodryas chamissonis) con 131 observaciones -elegida recientemente como la nueva embajadora de la Fauna chilena 2026-. Luego la tenca (Mimus thenca) con 96 observaciones y el zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) con 73 observación, con concentraciones de casos en las grandes carreteras del centro y norte del país.

Culebra de cola larga – César Piñones
Tenca – Rodrigo Silva

En su análisis, las estudiantes observaron patrones ecológicos asociados a cada grupo animal. En el caso de la culebra de cola larga, explican que el calor del asfalto actúa como una trampa ecológica que las atrae para termorregularse, con consecuencias fatales. En tanto, las aves suelen verse afectadas por la iluminación nocturna o por alimentarse en los bordes de la carretera durante la mañana, “en las orillas de la carretera se juntan insectos, y cuando las aves bajan a alimentarse, terminan siendo alcanzadas por los autos”, señala Febe Orrego.

La investigación también mostró una fuerte concentración de registros en la zona centro y norte del país, con grandes vacíos de información en el norte grande y el extremo sur. Respecto a esto, Javiera Cortés afirma que “eso no significa que allá no existan atropellos, sino que hay menos personas registrándolos. Por eso creemos que la ciencia ciudadana es clave para dimensionar el problema”.

De la misma manera, el equipo también comparó los datos chilenos con registros de Perú y Argentina. “En Perú hay muy pocos reportes, probablemente por falta de conocimiento o participación ciudadana. En cambio, Argentina muestra más participación y registros, incluso medidas de mitigación como pasos de fauna o túneles ecológicos”, explica Isidora Torres.

Además del trabajo analítico, las jóvenes desarrollaron una maqueta artística en lana que busca sensibilizar respecto a los animales afectados por atropellos. Dicha obra, junto con un póster científico fueron presentados en dos ferias estudiantiles; la Feria de Ciencias CreaCiencia 2025 (La Serena) y en el Encuentro Científico Escolar 2025 (Ovalle), donde las estudiantes compartieron los datos obtenidos a la comunidad estudiantil de la región de Coquimbo. También, el equipo de alumnas fue parte de un evento educativo abierto a la comunidad de Salamanca, organizado por su colegio junto al Centro Cultural Estación, impactando con ello a una gran diversidad de público. 

“La idea de vincular arte y ciencia surgió de un taller con la geógrafa argentina Patricia Souto quien trabaja con sus alumnos universitarios y de secundaria temas socioambientales a través del arte, buscando con ello aprendizajes profundos de temáticas controversiales. Las alumnas se inspiraron en artistas latinoamericanas que denuncian problemáticas ambientales mediante el tejido y el bordado. Así nació la maqueta tejida, una forma simbólica de representar la fauna atropellada y la necesidad de entretejer políticas públicas, investigación y educación para abordar esta problemática”, cuenta el profesor guía, César Piñones.

A través de este trabajo, las estudiantes buscan no solo aportar datos científicos, sino que también concientizar a la comunidad sobre esta problemática, proponiendo medidas como mayor investigación sobre la problemática, señalética vial, pasos de fauna y campañas educativas. Además, buscan sensibilizar a la comunidad sobre la necesidad de políticas públicas que regulen esta amenaza, aún sin legislación específica en Chile. 

Este proyecto da continuidad a una línea de investigación escolar iniciada en 2019 en la comuna de Salamanca y que desde 2024 se implementa en el Colegio San Sebastián, año en que participaron la estudiante Rocío Vargas y el alumno Nicolás Cortés, ambos de cuarto año medio. En conjunto, todo este proceso de largo plazo con jóvenes del Valle del Choapa, ha promovido las acciones de monitoreo ciudadano, junto con diseños e incluso implementación de señalética vial y campañas de educación ambiental para prevenir atropellos de fauna. Por lo demás, esta iniciativa ya tiene dos trabajos publicados en la revista de ciencia escolar Brotes Científicos, dependiente de la Universidad de Santiago de Chile, estando el equipo a la espera de la publicación de una tercera contribución en dicha revista. 

Señalética en la Reserva Nacional Las Chinchillas instalada por el MOP

“Este tipo de investigaciones escolares tienen total pertinencia con las nuevas bases curriculares y su meta de alfabetización científica, la cual busca que los estudiantes desarrollen pensamiento crítico frente a fenómenos reales, generen posturas informadas y participen en procesos de investigación de ideas científicas relevantes. Finalmente este trabajo demuestra que la educación científica puede generar conocimiento real y conciencia ambiental. Las estudiantes no sólo analizaron datos, sino que comprendieron una problemática del territorio y propusieron acciones para seguir profundizando en la temática”, enfatiza César Piñones. 

El caso del Colegio San Sebastián es un ejemplo de cómo la ciencia escolar puede integrarse al esfuerzo ciudadano por enfrentar una amenaza que aún carece de marco normativo específico. De esta manera, mientras Chile sigue sin contar con políticas públicas sobre atropellos de fauna, el avance de proyectos como Fauna Impactada y la participación activa de cientos de voluntarios y comunidades escolares abren un camino de esperanza, donde la ciencia, la educación y la ciudadanía puedan colaborar para alcanzar una convivencia más segura entre carreteras y naturaleza.

“La ciencia ciudadana es fundamental para visibilizar este problema. Las bases de datos pueden tener sesgos que debemos saber interpretar y manejar, pero son indispensables para entender las amenazas y diseñar estrategias de conservación. Por eso necesitamos que más personas y organizaciones se sumen a registrar y aportar información”, explica César. 

Si observas algún animal atropellado, puedes contribuir al Proyecto Fauna Impactada. Solo debes tener (o crear) una cuenta en iNaturalist, subir tus registros fotográficos y completar la información solicitada, como lugar y hora del avistamiento. Esto permitirá caracterizar con más detalle esta problemática, sobre todo en norte grande y el extremo sur, donde existen vacíos de información.