Ciencia y educación se unen en Escuela Rural La Chamiza: inauguran Estación Motus para el estudio de aves migratorias

El jueves 13 de noviembre, la Escuela Rural La Chamiza, en la comuna de Puerto Montt, vivió una jornada llena de emoción y aprendizaje al inaugurar la primera Estación Motus instalada en un establecimiento educacional del país, marcando un nuevo paso en la integración entre educación, ciencia y conservación de la naturaleza.

El acto contó con la participación de Gabriela Contreras, becaria del Programa de Soluciones Costeras y representante de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC); Matías Gutiérrez, representante de la ROC; la Dra. Rocío Jara, investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Chile y líder del proyecto “Ecología del movimiento del Pitotoy chico durante su estadía no reproductiva en Chile, Sudamérica”; y la profesora Lorna Colhuan, docente de la escuela y referente del trabajo educativo vinculado al entorno natural.

Durante la ceremonia se destacó el acuerdo de colaboración firmado entre la escuela y la Dra. Rocío Jara en septiembre pasado, en el marco del mencionado proyecto. Con esta alianza, la Escuela Rural La Chamiza se convierte en la primera del país en instalar una Estación Motus, integrándose a una red internacional de monitoreo de aves migratorias y aportando una valiosa herramienta educativa para toda la comunidad escolar. La instalación de la Estación Motus fue posible gracias al apoyo de Naturaleza Interactiva, a quien agradecemos su trabajo técnico y compromiso con iniciativas que integran educación, ciencia y conservación. Su colaboración permitió concretar este hito para la Escuela Rural La Chamiza y abrir nuevas oportunidades de aprendizaje para toda la comunidad escolar.

La nueva Estación Motus, instalada en la copa de agua del establecimiento, permitirá registrar el paso de aves migratorias como el pitotoy chico (Tringa flavipes), que viaja miles de kilómetros desde Norteamérica hasta los humedales del sur de Chile. Con esta tecnología, los estudiantes podrán conocer mejor las rutas migratorias, comprender sus comportamientos y aprender sobre la importancia de proteger los lugares donde descansan y se alimentan.

En la segunda parte de la ceremonia, la profesora Lorna Colhuan presentó los nuevos nombres de las salas de la escuela, inspirados en las aves del humedal y en la identidad de la comunidad educativa. “Hoy celebramos la vida, el color y el canto que habitan en nuestro humedal. Cada una de estas aves tiene su propio vuelo, su propio canto y su historia. Por eso, entregamos con orgullo los nombres de las aves del humedal, símbolos de vida, equilibrio y libertad”, expresó

En colaboración con la ROC, los estudiantes exploraron el mundo de las aves del humedal marino de Coihuín, observando sus colores, formas y comportamientos. Durante la ceremonia se realizó la entrega de los letreros con los nuevos nombres, gracias al apoyo del Centro General de Padres y Apoderados, que gestionó su fabricación. Desde ahora, las salas desde prebásica a 8° básico llevan los nombres de martín pescador, pitotoy chico, tiuque, bandurria, colegial, queltehue, pato real, garza chica y vari. Asimismo, las dependencias de Dirección, UTP, Biblioteca, Sala Multitaller, Sala de Computación, Sala PIE, Gimnasio y Comedor adoptaron los nombres de gaviota Cáhuil, zarapito común, becacina, pilpilén común, chorlo doble collar, zarapito pico recto, cisne de cuello negro y chorlo chileno.

Además, durante la semana, la comunidad escolar participó en el concurso “¡Ayúdanos a ponerle nombre al zarapito!”, donde los y las estudiantes propusieron nombres para el corpóreo del zarapito común, presentado por primera vez en el pasado 5° Festival de Aves de Coihuín y Chamiza. El nombre ganador fue “Akutun”, palabra que significa “llegar”, elegida por reflejar el espíritu migratorio, comunitario y de aprendizaje constante que caracteriza a La Chamiza.

Con esta ceremonia, la Escuela Rural La Chamiza, la Dra. Rocío Jara y la ROC fortalecen una alianza educativa y científica que inspira a niñas, niños y docentes a cuidar su entorno natural, valorar la biodiversidad local y ser parte activa de una red internacional que estudia y protege las aves migratorias del mundo.