La educación ambiental es una herramienta fundamental para impulsar la conservación de especies en peligro, pues a través del conocimiento, la sensibilización y la participación activa, las comunidades pueden convertirse en protagonistas del cambio, al momento de conocer sobre la riqueza natural que les rodea y las amenazas que enfrentan ciertas especies.
En la región de Arica y Parinacota, varias aves enfrentan problemas de conservación. Entre ellas destacan el picaflor de Arica, una especie endémica y críticamente amenazada, la golondrina de mar negra y el gaviotín chico, categorizadas por el RCE como en peligro de extinción, y el pilpilén común, categorizado como casi amenazado debido a que su éxito reproductivo ha disminuido considerablemente en las últimas décadas a causa de las amenazas presentes en su ambiente, como vehículos y perros sin supervisión que depredan huevos y polluelos.
Frente a este escenario, el Programa de Conservación del Norte Grande de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile ha desarrollado un sostenido trabajo de educación ambiental en la zona, en el que desde hace varios años ha llevado a cabo numerosas actividades educativas, tanto en establecimientos escolares como en ferias científicas, jornadas ambientales y eventos organizados por servicios públicos.
De esta manera, entre 2022 y 2024, se realizaron 45 actividades educativas, entre ellas, visitas guiadas a áreas protegidas, charlas, jornadas de limpieza de playa y salidas de observación, en colaboración con 17 organizaciones del territorio, alcanzando a más de 1.000 personas. Estas iniciativas no solo entregan conocimientos sobre aves, sus amenazas y biodiversidad presente, sino que también promueven valores como la responsabilidad ambiental y el trabajo colaborativo, con el objetivo de contribuir en la conservación de especies.
“La investigación por si sola muchas veces no es suficiente para preservar la biodiversidad, por lo que es necesario que la mayor cantidad de personas estén conectadas con la temática para lograr cambios importantes. Por ello, la educación ambiental seguirá siendo un pilar fundamental para nuestro programa”, afirma Giannira Álvarez, Profesional ROC del Programa Conservación del Norte Grande.
Uno de los hitos más destacados de este periodo fue la asesoría brindada por la ROC a los estudiantes Nedielka Villalobos y Lionel Díaz, del 5° año A del Colegio República de Israel, junto a su profesora Andrea Carrasco en el proyecto “Golondrinas de mar y gaviotines chicos ¿Cuánto sabemos de ellas?”, quienes obtuvieron el primer lugar en el Congreso Regional Explora y luego representaron a la región en la etapa nacional.
Asimismo, estudiantes de distintos establecimientos de Arica y Parinacota han participado en visitas guiadas al área de protección de la golondrina de mar negra en Pampa Chaca. Estas actividades comienzan con una charla introductoria a cargo del equipo ROC, donde se abordan aspectos clave sobre esta ave oceánica en peligro de extinción, y luego los y las participantes tienen la oportunidad de conocer la colonia de la especie en terreno, utilizando cámaras endoscópicas que permiten observar a las golondrinas dentro de sus nidos.
Este tipo de experiencias demuestran el potencial transformador de la educación ambiental. En el que cada actividad no solo busca informar a la comunidad, sino también concientizar, generar empatía con las especies amenazadas y formar ciudadanos comprometidos con la naturaleza, de manera que sean agentes de cambio en sus propias comunidades.
Desde la ROC agradecemos a todas las personas, instituciones y comunidades que han colaborado, gestionado y participado en nuestras actividades. Durante 2025 continuaremos desarrollando nuevas instancias de aprendizaje para todas las edades. Si te interesa que visitemos tu escuela o te gustaría desarrollar un proyecto junto a nosotros, puedes escribirnos a: gianniraalvarez@redobservadores.cl.
