El sábado 25 de octubre de 2025 se realizó la quinta edición del Festival de Aves de Coihuín y Chamiza, una jornada que volvió a reunir a la comunidad escolar, familias, organizaciones y amantes de la naturaleza para homenajear el humedal marino de Coihuín, un ecosistema clave para aves playeras residentes y migratorias.
Ubicado a pocos minutos de Puerto Montt, este humedal ha sido reconocido internacionalmente como un Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA) y forma parte de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP), dentro de la Ruta Migratoria del Pacífico Americano, uno de los corredores migratorios más relevantes del planeta.
La organización del festival estuvo a cargo de la Escuela Rural La Chamiza, el Programa de Becarios para Soluciones Costeras y la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC), fortaleciendo alianzas con diversas organizaciones locales, nacionales e internacionales comprometidas con la conservación de aves y humedales.

Una bienvenida comunitaria para abrir la celebración
La jornada comenzó con palabras del director de la escuela, Jorge Asencio, seguidas por la intervención de la profesora Lorna Colhuán, colaboradora histórica en iniciativas educativas vinculadas a las aves y el humedal. Ambas intervenciones destacaron el valor de Coihuín como aula viva y como punto de encuentro para el aprendizaje, el juego y la conservación.
Luego, el taller de Folclore de la Escuela Rural La Chamiza presentó una muestra musical preparada especialmente para la ocasión, aportando un toque artístico y comunitario a la inauguración. Seguido de la tradicional Apertura Alada, que dio el puntapié inicial a las actividades del día, invitando a niñas, niños y familias a conectarse con las aves desde la creatividad.

Un día completo de talleres, ciencia, juegos y naturaleza
Durante toda la jornada se desarrollaron charlas y talleres educativos dirigidos tanto a público general como escolar. Entre ellos destacó “Motus: estudiando movimientos de aves migratorias”, una presentación centrada en radiotelemetría automatizada y monitoreo a gran escala.
También se realizó “Alas para pintar”, taller guiado por Fridita Ilustraciones, donde participantes de todas las edades exploraron la ilustración naturalista inspirándose en especies locales. A esto se sumó “Rastros de cielo”, dedicado al análisis de plumas y egagrópilas, junto con la charla “El misterio de las aves marinas en Los Lagos”, que introdujo a los asistentes en el uso de tecnologías y monitoreos científicos en el fiordo.

En esta versión, los talleres creativos para niñas y niños fueron nuevamente protagonistas. “Plumi enmascarado” invitó a elaborar máscaras inspiradas en aves locales, mientras que “La expedición emplumada” propuso una búsqueda del tesoro familiar en el patio de la escuela, combinando juego, observación y exploración de la naturaleza.


Las actividades lúdicas continuaron con las tradicionales Olimpiadas Pajareras, que reunieron a participantes de todas las edades en tres categorías: chorlo (niños), zarapito (adultos principiantes) y pilpilén (adultos expertos). Las pruebas pusieron a prueba conocimientos sobre aves, migración y ecología, generando un ambiente de entusiasmo, compañerismo y aprendizaje colectivo.
De esta manera, el gimnasio se transformó en un punto de encuentro con exposiciones y stands: muestras científicas, fotografías, emprendimientos vinculados a la naturaleza y materiales educativos. El sector de comidas estuvo a cargo de los funcionarios de la escuela -los queridos Pichones Chamizanos- quienes ofrecieron preparaciones en beneficio de iniciativas educativas del establecimiento.

Concurso fotográfico y muestra científica
Durante el festival, también se realizó un concurso fotográfico abierto a la comunidad provincial. Se seleccionaron diez imágenes para exposición y se premiaron distintas categorías por su creatividad, técnica y capacidad para transmitir la importancia del humedal.
Asimismo, se presentó una muestra de pósters científicos e informativos que difundieron investigaciones, proyectos y experiencias relacionadas con aves y ecosistemas del Seno de Reloncaví. Los pósters combinaron rigor científico y lenguaje visual accesible, facilitando el aprendizaje de estudiantes y visitantes.

Salidas de observación de aves: explorando Coihuín y Chamiza
Como cada año, el festival incluyó diversas salidas de observación que permitieron a la comunidad explorar distintos rincones del humedal y sus paisajes asociados. Todas las actividades fueron guiadas por especialistas y contaron con cupos limitados para asegurar una experiencia de calidad.
Las salidas comenzaron el sábado 25 de octubre con actividades matutinas como Bicipajareo y Descubriendo los sonidos del pastizal. Luego, por la tarde se realizaron Incursión a las marismas de Coihuín y Pilpileando en Pelluco.
La programación continuó el domingo 26 con Sonidos nocturnos del bosque en Parque Katalapi, una experiencia que permitió apreciar la vida silvestre en ambientes nocturnos. Finalmente, el martes 28 de octubre se llevó a cabo Alas Urbanas, actividad del programa escolar reprogramada debido a condiciones climáticas, realizada en el Parque Urbano Luis Ebel.


Cada una de estas experiencias permitió observar especies emblemáticas, aprender nuevas técnicas de identificación y profundizar en el valor ecológico de los humedales y sus alrededores. En total, se vieron más de 60 especies diferentes, incluyendo 8 especies de aves playeras: zarapito de pico recto, zarapito común, pilpilén común, pilpilén austral, queltehue común, pitotoy grande, pitotoy chico y playero de Baird. Además, se escucharon algunas aves nocturnas como chuncho y concón, enriqueciendo la experiencia de los participantes y destacando la diversidad de fauna del área.
El cierre del festival estuvo marcado por el lanzamiento del cómic “Pilpilén y zarapito, juntos por el humedal”, creado por la ROC junto a las escuelas de Chamiza y Pelluco, con apoyo del Programa de Becarios para Soluciones Costeras. La historia, protagonizada por dos aves emblemáticas, invita a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan los humedales y la urgencia de su conservación.
También se realizó la premiación del Concurso Fotográfico y del Concurso de Máscaras, reconociendo el talento y la creatividad de estudiantes de la Escuela Rural La Chamiza. La jornada concluyó con un breve avistamiento de aves en el patio de la escuela, recordando que la conexión con la naturaleza puede comenzar desde el entorno más cercano.

El festival agradece profundamente a todas las personas que hicieron posible esta quinta versión: estudiantes, familias, docentes, voluntarios/as y organizaciones colaboradoras. Entre ellas: RHRAP, Manomet, Escuela Pelluco, Agrupación Montemar, Parque Katalapi, Fundación Conservación Marina, Fridita Ilustraciones, Movimiento Lluviosos Ciclistas, Centro UC Desarrollo Local, Pontificia Universidad Católica de Chile, Cabañas Lepihue, Lepi Games, Universidad Santo Tomás, Leufu Chamiza, Agrupación Gayi, Birds Chile, ONG Alerce Andino, Faunánimo, Fundación Rewilding Chile, Valentina Ilustradora, Pincoyae Birding y Garuga.
Gracias por celebrar la vida que habita en los humedales y por seguir construyendo un futuro donde las aves y sus ecosistemas vuelen seguros.
Para seguir mejorando y construir un festival cada vez más participativo, te invitamos a responder una breve encuesta de evaluación de la jornada acá
Además, ya está disponible el video resumen del festival, realizado por Romina Triviño, que captura los mejores momentos, emociones y aprendizajes de esta quinta versión:
¡Nos vemos en la 6ª versión del Festival de Aves de Coihuín y Chamiza!