Las aves playeras, pertenecientes al orden Charadriiformes, conforman un grupo diverso con más de 235 especies en el mundo y cerca de 90 en las Américas. En Chile, este grupo está representado por 9 familias, con 49 especies regulares, 13 accidentales y 1 extinta.
Estas aves comparten adaptaciones notables, como patas largas, dedos delgados y picos afinados, que les permiten desplazarse y alimentarse eficientemente en ambientes húmedos, distribuyéndose a lo largo de distintos ecosistemas como humedales altoandinos, estepas y pastizales, playas arenosas y rocosas, dunas, planicies mareales e incluso entornos urbanos.
La estrecha relación que mantienen con los humedales las hace especialmente vulnerables a las amenazas que enfrentan estos ambientes, como la presencia de perros sin supervisión, el tránsito de vehículos, el desarrollo inmobiliario e industrial, el uso recreativo del borde costero, entre otras, que disminuyen la calidad de los ecosistemas y repercuten en la salud de sus poblaciones. De hecho, un estudio publicado por Rosenberg y colaboradores en 2019, sugiere que las aves playeras son el segundo grupo con mayores declinaciones poblacionales en Norteamérica, lo que sin duda también se puede aplicar a la realidad sudamericana y chilena.
En el caso de Chile, las víctimas más evidentes de amenazas en ambientes como playas y dunas son -sin duda- el chorlo nevado y el pilpilén común, que no solo ven interrumpido su descanso y alimentación sino que también su reproducción. Ambas especies se reproducen en playas y dunas, depositando sus huevos directamente sobre la arena, lo que los hace especialmente vulnerables a destrucción, aplastamiento o depredación. Esto ha encendido las alarmas, pues un bajo éxito reproductivo podría estar impactando fuertemente a sus poblaciones.
En este escenario, surgen preguntas como ¿Cuántos pilpilenes comunes hay en Chile? ¿Cuál es la tendencia poblacional del chorlo nevado en el país? ¿Tenemos que ejecutar acciones para revertir eventuales situaciones desfavorables?
Responder estas preguntas no es fácil, sin embargo, de manera coordinada y colaborativa podemos hacer enormes aportes a la conservación de estas especies y sus hábitats. En ese contexto, invitamos a observadores de aves, naturalistas y organizaciones locales entre las regiones de Arica y Parinacota y Los Lagos a ser parte del Censo Invernal de Pilpilén Común y Chorlo Nevado, a desarrollarse entre el 5 y el 20 de julio.
¿Cómo participar?
¡Muy fácil!, solo debes ingresar a este mapa e inscribir uno o más puntos a través de este formulario. Posteriormente, recibirás la confirmación de los coordinadores junto al protocolo de conteo.
¿Habrá instancias de capacitación?
Si, para que voluntarios y voluntarias lleven a cabo el censo de la mejor forma posible, los programas de monitoreo, aves acuáticas y humedales, y educación para la conservación de la ROC han organizado dos talleres online, los cuales se desarrollarán el día lunes 30 de junio desde las 19:00 hrs y el viernes 4 de julio desde las 17:00 hrs.
